MONICION Y PRECES XV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. 13/07/25
MONICION Y PRECES XV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO.
13/07/25
MONICION DE ENTRADA/
Bienvenidos hermanos a la celebración de esta santa misa. El amor a Dios esta ligado al amor a nuestro prójimo. Como cristianos es nuestra obligación ayudar especialmente a los más necesitados. La ley de Dios esta al alcance de nuestras manos, Jesús aquel por quien todo fue hecho nos recuerda quien es nuestro prójimo.
En la Primera Lectura, según el Libro del Deuteronomio, se nos invita a través de esta lectura a cumplir el llamamiento de la Ley de Dios, y se nos recuerda que es algo fácil ya que esta al alcance de nuestros sentidos.
En la Segunda lectura, según la Carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses , se nos dice que Cristo es el comienzo y el fin de todo. Es la imagen visible del Padre y la reconciliación de todas las cosas y en el Evangelio de hoy según San Lucas, se nos invita que cada vez que veamos a una persona afligida, recibamos un llamado de Jesús en nuestro corazón y seamos firmes en acercarnos y hacernos prójimos con el necesitado.
Por todo ello iniciamos esta Santa Misa, reconociendo nuestros pecados, pidiendo perdón y procurando ser espejos del amor de Dios hacia nuestros semejantes.
PRECES/
Que nuestras oraciones lleguen, a la presencia del Señor y que nuestros ruegos sean escuchados por aquel que escruta el corazón de todos.
-. Pidamos la sabiduría del Señor, para los que proclaman con fidelidad la palabra de Dios y para todos los ministros que sirven a la Santa Iglesia , ROGEMOS AL SEÑOR.
-. Por Israel, el pueblo de la antigua alianza, por los cristianos separados de la Iglesia católica y apostólica y por los que no conocen al Dios verdadero, invoquemos al Señor, dueño de toda verdad, ROGEMOS AL SEÑOR.
-. Por los que viven lejos de su casa, por los encarcelados, por los débiles y oprimidos, y por los justos que sufren persecución, oremos a Jesús, el Salvador, ROGEMOS AL SEÑOR.
-. Invoquemos con fe y devoción al Señor por la paz y felicidad de los que ahora estamos aquí, huéspedes en la casa del Señor, ROGEMOS AL SEÑOR.
Dios misericordioso y omnipotente, que has querido resumir todos los preceptos de tu ley en el mandamiento del amor, escucha nuestras oraciones y danos un corazón solícito y generoso hacia los sufrimientos de nuestros hermanos, a imagen de tu hijo, el buen samaritano del mundo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
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