MONICION PARA LA SOLEMNIDAD DE CORPUS CHRISTI CICLO C 22/06/25
MONICION PARA LA SOLEMNIDAD DE CORPUS CHRISTI CICLO C
22/06/25
MONICIÓN DE ENTRADA
Hoy celebramos la solemnidad de Corpus Christi. El Cuerpo y la Sangre de Cristo, realiza la Nueva Alianza entre Dios y los hombres, sellada por la Sangre de Jesús. Proclamamos su presencia verdadera, real y sustancial bajo la forma de Pan y Vino consagrados.
La Eucaristía es el testimonio de la entrega de Jesús sin limites, para la salvación de todos.
En la Primera lectura según el Libro del Génesis; Muchos siglos atrás, en los primeros tiempos de la historia, Melquisedec sacerdote y rey de Salem une su sacrificio de pan y de vino a la victoria de Abraham como signo de la bendición de Dios. Es como una figura de lo que Jesús nos ofrece a nosotros.
En la Segunda Lectura, según la Primera Carta de San Pablo a los Corintios; Jesús nos ofrece también a nosotros pan y vino. Y este pan y vino es el propio Jesús, muerto y resucitado. Es el alimento que nos da vida para siempre.
San Pablo se aproxima al testimonio más antiguo de la celebración de la Eucaristía. Jesús merece todo nuestro respeto y adoración y en el Evangelio de hoy según San Lucas; la Eucaristía es un sacramento, una maravillosa celebración de amistad y de gracia. Jesucristo está presente, está con nosotros, en nuestra asamblea, en la Palabra que proclamamos, en el pan y en el vino. San Lucas nos narra el milagro de la multiplicación de los panes. En éste prodigio Jesús nos anticipa su entrega total y generosa.
Damos Gracias al Señor por este gran día, e iniciamos esta Santa Eucaristía, reconociendo nuestros pecados y pidiendo perdón.
PRECES/
Pidamos al Señor que escuche nuestras oraciones, para que podamos alegrarnos al recibir su ayuda .
1.- Para que los obispos y presbíteros, cuando presidan la Celebración Eucarística, vivan tan plenamente identificados con el Señor, que el pueblo vea en ellos la imagen viva de Cristo, roguemos al Señor.
2.- Para que pronto llegue el día en que todos los cristianos celebremos la Eucaristía en la unidad de una sola Iglesia, y todos los hombres ofrezcan el único sacrificio que nos salva, roguemos al Señor.
3.- Para que los fieles que se encuentran a las puertas de la muerte dejen este mundo llenos de paz y fortalecidos con el Cuerpo de Cristo lleguen al reino de la felicidad y de la vida, roguemos al Señor.
4.- Para que el Señor aumente nuestra fe y acreciente nuestro amor, a fin de que adoremos, en espíritu y en verdad a Cristo realmente presente en el sacramento de la Eucaristía, roguemos al Señor.
Concédenos, Señor, lo que te pedimos, lo que tú bien sabes que necesitamos. Por Jesucristo nuestro Señor.
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