MONICION Y PRECES QUINTO DOMINGO DE PASCUA CICLO C 18/05/25
MONICION Y PRECES QUINTO DOMINGO DE PASCUA CICLO C
18/05/25
MONICION DE ENTRADA
Estamos celebrando el quinto domingo de Pascua, tiempo de alegría en el Señor. Cada domingo renovamos nuestro compromiso de amor a Dios y a los hermanos. Pidámosle al Señor en esta Eucaristía que nos ayude a amar a nuestros hermanos como Él nos ama.
Escucharemos en las lecturas que no debemos rendirnos ante las tribulaciones y ataques de quienes no aceptan a Dios, debemos permanecer firmes en la fe, amándonos unos a otros, y un día llegaremos a gozar de la presencia de Cristo en una tierra nueva.
En la Primera Lectura, según el Libro de los Hechos de los Apostoles, al regreso del primer viaje misionero de Pablo y Bernabé se empeñan en fortalecer la fe de las primitivas comunidades. Bajo sus cuidados se designan responsables para la celebración de los santos misterios
En la Segunda Lectura, según el Libro del Apocalipsis, el inicio y el final de la historia de la salvación se asemejan. En el paraíso primordial y en la ciudad santa que desciende del cielo, los hombres viven unidos a Dios y en el Evangelio de hoy según San Juan, los Discípulos de Jesús se distinguen por una actitud esencial: La vivencia del amor fraterno. Cada cristiano reconoce a Dios en las necesidades de sus hermanos., ya que al despedirse Jesús de sus apóstoles, les confía el mandamiento nuevo. Es el mandamiento del amor fraterno, por el cual los hombres podrán reconocerlos como sus verdaderos discípulos.
Oremos hermanos en esta Santa Misa de hoy, iniciando con el reconocimiento de nuestros pecados y pidiendo perdón por ellos ante nuestro Señor.
PRECES/
Invoquemos a Cristo, camino, verdad y vida, y, como pueblo sacerdotal, pidámosle por las necesidades de todo el mundo.
1.- Para que Cristo, esposo de la Iglesia, llene de alegría pascual a todos los que se han consagrado a la extensión de su reino, Roguemos al Señor.
2.- Para que Cristo, piedra angular del edificio, ilumine con el anuncio evangélico a los pueblos que aún desconocen la buena nueva de la resurrección, Roguemos al Señor.
3.- Para que Cristo, estrella luciente de la mañana, seque las lágrimas de los que lloran y aleje el dolo y las penas de los que sufren, Roguemos al Señor.
4.- Para que Cristo, testigo fidedigno y veraz, nos conceda ser, con nuestra alegría evangélica, sal y luz para los hombres que desconocen la victoria de la resurrección, Roguemos al Señor.
Dios nuestro, que, en tu hijo Jesucristo, has hecho que todo sea nuevo, escucha nuestra oración y haz que asumamos, como distintivo de nuestra vida, el mandamiento del amor, y que te amemos a ti y a los hermanos como tú nos has amado, para que el mundo te conozca a ti y a tu hijo Jesucristo. El, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
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