MONICION Y PRECES III DOMINGO DE CUARESMA CICLO C 23/03/25
MONICION Y PRECES III DOMINGO DE CUARESMA CICLO C
23/03/25
MONICIÓN DE ENTRADA
Sean bienvenidos a esta celebración eucarística Dios nos llama al arrepentimiento y a la conversión, el Señor viene a mostrarnos su santidad y a purificar nuestras vidas.
En este día las lecturas están centradas en la obediencia a Dios, El nos da oportunidad de arrepentirnos, de volver a Él. Tenemos un Padre lleno de amor y misericordioso,
En la Primera Lectura , según el Libro del Éxodo, Dios, En el desierto se revela a Moisés con el Dios de la historia, presencia dinámica en medio del pueblo sufriente y abandonado prometiendo su liberación.
En la Segunda Lectura, según la Primera Carta de San Pablo a los Corintios, Pablo nos invita a remirar las cosas pasadas para no cometer los mismos errores y abrirnos al soplo nuevo del Espíritu y en el Evangelio de hoy según San Lucas, se nos dice que Dios es muy paciente y amoroso con todos nosotros y espera de nosotros fidelidad, y que respondamos a su llamado.
Dios, que es siempre compasivo y misericordioso, nos llama a todos a la penitencia y a la conversión y nos ofrece su gracia y su perdón. En esta santa misa demosle gracias por todas las bendiciones recibidas muchas veces sin merecer.
Iniciamos, reconociendo nuestros pecados y pidiendo perdón por todos ellos.
PRECES
Instruidos por el ejemplo de nuestro Señor Jesús, que en el desierto se entregaba a la oración, oremos también nosotros con insistencia a nuestro Dios:
1.- Para que todos los fieles por medio de las penitencias y prácticas cuaresmales, sean purificados de sus culpas y vean fortalecida su vida cristiana, roguemos al Señor
2.- Para que todos los pueblos alcancen la paz y el bienestar necesario, y puedan así buscar más fácilmente los bienes del Cielo, roguemos al Señor
3.- Para que el Señor conceda su fuerza a los que se ven tentados, infunda el deseo de la conversión a los pecadores y otorgue el consuelo del Cielo a los que están tristes, roguemos al Señor
4.- Para que infunda en todos nosotros el deseo de una verdadera conversión, a fin de que nos preparemos a celebrar debidamente el sacramento pascual de la penitencia, roguemos al Señor
Padre Santo y Misericordioso, que nunca abandonas a tus hijos, sino que les revelas la gloria de tu nombre, haz que sepamos acoger tus enseñanzas con sencillez y demos frutos de verdadera y continua conversión. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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