MONICION Y PRECES VIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. 02/03/25
MONICION Y PRECES VIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO.
02/03/25
MONICION DE ENTRADA
El Señor Jesús que es el único que puede quitar la viga de nuestros ojos, nos convoca hoy a celebrar esta santa misa con verdadera alegría y fe, para que así por medio de su Palabra podamos dar buenos y abundantes frutos de santidad.
Al discípulo revestido de Cristo se le reconoce por cómo ama a su prójimo, jamás será un ciego que guía a otros ciegos, ni juez de sus hermanos. Sólo así desde su corazón dará buenos frutos y paz a quienes lo rodea.
En la Primera Lectura de hoy del Libro del Eclesiástico, escucharemos cómo la más plena revelación de la persona sólo se da a partir de su manera de expresarse. En su razonamiento, en su palabra y en sus frutos se reconoce al buen hombre.
En la Segunda Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios, éste nos evoca dos conocidos pasajes proféticos. San Pablo ahonda lleno de entusiasmo el tema de la resurrección. Dios nos promete la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo y en el Evangelio de hoy, según San Lucas, escucharemos una recopilación de algunos dichos de Jesús que nos invitan a la bondad, humildad, coherencia y fortaleza en el amor, dando frutos buenos, y apartando el fruto dado malo a través del pecado.
Iniciamos esta Santa Misa, buscando esa humildad y bondad, hacia el prójimo, empezando reconociendo nuestros pecados (Vigas), y pidiendo perdón por ellos, amando a nuestros hermanos.
PRECES/
Pidamos al Señor que escuche nuestras oraciones, para que podamos alegrarnos al recibir su ayuda .
Oremos al Señor presente en su Iglesia, para que la vivifique y la haga agradable a sus ojos, para que pueda alabarlo con los ángeles del cielo. Roguemos al Señor.
Oremos por los que tienen autoridad en el mundo: que su gobierno sea justo para la tranquilidad de la Iglesia y el bienestar de todos los pueblos. Roguemos al Señor
Oremos por los que viven lejos de su hogar, por los que están de viaje y por los que se encuentran en peligro, para que Dios les envíe sus ángeles y los proteja de todo mal. Roguemos al Señor
Oremos por el pueblo aquí reunido, para que el Señor perdone nuestras culpas, nos revele su luz y nos conceda proclamar con valentía el nombre de su Hijo. Roguemos al Señor
Concédenos, Señor, lo que te pedimos, lo que tú bien sabes que necesitamos. Por Jesucristo nuestro Señor.
Comentarios
Publicar un comentario